jueves, 29 de septiembre de 2016

Murió Shimon Peres, asesino del pueblo palestino y constructor del estado fascista de Israel

Por Claudio Colombo

El 29 de setiembre murió a los 93 años el ex presidente israelí y premio Nobel de la Paz, Shimon Peres, último sobreviviente de la generación de los fundadores del Estado de Israel, cuyo servicio de inteligencia, junto al de Estados Unidos, se encargó de secuestra al dirigente kurdo Abdullah Ocalan, entregándoselo al régimen turco, que lo mantiene preso desde hace más de 17 años en la isla cárcel de Imrali. 

Peres fue uno de los principales participantes en los acuerdos de Oslo firmados con los palestinos en 1993, razón por la cual le otorgaron el premio Nobel de la Paz en 1994 junto con otro alto funcionario israelí, Yitzhak Rabin, y el fundador de la OLP palestina, Yaser Arafat.

En Oslo, Peres se encargó de garantizar la rendición política de quien fuera el máximo dirigente del pueblo palestinas, Yasser Arafat, que se comprometió a abandonar la vieja consigna alrededor de la cual había fundado la Organización para la Liberación Palestina -la destrucción del Estado de Israel- y la estrategia de construir otro estado, de carácter “Laico, Democrático y No Racista”.

Arafat hizo esto a cambio de gobernar un territorio mínimo, ubicado en la Franja de Gaza y Cisjordania, dependiendo económica y políticamente del estado sionista, ya que Israel nunca permitió el desarrollo autónomo de estos territorios, hostigándolos y bloqueándolos permanente y sistemáticamente.

No es casualidad que Shimon Peres se haya ocupado de concretar este pacto siniestro, ya que siempre fue un enemigo del pueblo palestino. ¡Cómo no serlo, si formó parte de la banda sionista que se ocupó de masacrar a los habitantes originarios de Palestina, para imponer un estado de fascista y guerrerista!

Peres, nacido en 1923 en el pueblo de Wiszniewo, ubicado en ese entonces en Polonia, actual Bielorrusia, emigró junto a sus padres el año 1934 a territorio palestino -bajo mandato británico- integrándose a la organización paramilitar judía Haganá en 1947, de cuyo seno nació la organización Irgun, que se ocupaba de adquirir y aprovisionar armas.

Con la experiencia adquirida en el tema de armas y como director general del ministerio de asuntos militares se convirtió en uno de los artífices y arquitecto del programa nuclear israelí y el desarrollo de las fuerzas armadas, consolidando el poder del estado sionista, que se construyó como un enclave yanqui al servicio de amedrentar y reprimir la rebeldía de las masas árabes y palestinas  de Medio Oriente.

Sionismo y fascismo, dos caras de la misma moneda

Los judíos no son una raza, sino descendientes de un “pueblo clase” que fue creciendo y desarrollándose en sociedades previas al capitalismo alrededor de actividades comerciales, como los fenicios y los lombardos. La religión les dio una gran cohesión social.  

Con la llegada del capitalismo los sectores más poderosos -como Rothschild o Hirsh- se acomodaron rápidamente dentro de la burguesía imperialista, mientras que los sectores más plebeyos se incorporaron al proletariado y la pequeña burguesía baja europea y de otros países.  

Allí comenzó una pelea por el liderazgo de los sectores populares entre la izquierda revolucionaria -que les ofrecía una perspectiva socialista- y el sionismo que les proponía “huir del peligro subversivo” y las masacres perpetradas por los antisemitas, emigrando a las tierras bíblicas.  

Según el sionismo constituían un “pueblo sin territorio” que debía marchar hacia un “territorio sin pueblo”. Inglaterra se hizo cargo ofreciéndoles la colonización de Palestina, a través de la declaración del ministro de relaciones exteriores Balfour en 1917.  

Cuando finalizó la Primera Guerra los imperialistas se repartieron las posesiones de los derrotados –alemanes, austríacos y turcos- dejando a Palestina en manos de Inglaterra, que promovió la emigración de colonos judíos para usarlos como fuerza de choque, empleados y gerentes de sus empresas. 

Los sionistas, con personajes como Shimon Peres a la cabeza, organizaron las bandas fascistas Haganá, Stern e Irgun y la central obrera racista Histadrut para combatir a los palestinos, derrotándolos luego de la huelga general de 1936 -que duró seis meses- y un largo proceso de luchas que culminó en 1939. 

Cuando finalizó la Segunda Guerra y EE.UU. se transformó en dueño del mundo los sionistas se aliaron con los yanquis y estos -junto a los rusos- les garantizaron la partición de Palestina el 14 de mayo de 1948. Los árabes denominan al 15 de mayo como Nakba o “catástrofe”. 

Limpieza étnica y fascismo 

Con la Nakba se profundizó la expulsión de los palestinos, que en 1949 eran más de un millón viviendo en campos de refugiados de los países árabes. Para consumar esta política, denominada de “transferencia”, las bandas judías asesinaron a miles. 

Además usaron dos leyes, la de “propiedades de las personas ausentes” y la del “retorno”. Con la primera confiscaron los bienes de los que huían debido a las persecuciones y con la otra hicieron “retornar” a miles de judíos que nunca vivieron en Palestina para hacerse cargo de las posesiones de los “ausentes”.   

Esta política es como la que proponía uno de los ideólogos del colonialismo británico -Cecil Rhodes- quien decía que la “mejor manera de solucionar los problemas de los pobres era llevándolos a África para explotar a los nativos y ocupar sus tierras”. 

La OLP y los acuerdos de Oslo

Luego de la derrota de 1939 el pueblo palestino continuó resistiendo y en 1964 puso en pie la Organización para la Liberación de Palestina, una coalición de movimientos considerada por la Liga Árabe como la “representante legítima del pueblo palestino”.  

Su programa planteaba la destrucción del Estado de Israel con la “lucha armada”, el retorno de los refugiados y la autodeterminación de los palestinos, adoptando después la idea de fundar un estado propio laico, democrático y no racista en territorios que van desde el Río Jordán hasta el Mar Mediterráneo.  

En 1993 su líder Yasser Arafat traicionó este programa aceptando al estado sionista a cambio de que este reconociera a su organización; iniciando así los Acuerdos de Oslo que terminaron beneficiando a Israel, que se quedó a cargo de los asuntos exteriores, la defensa nacional, las fronteras y la seguridad de Cisjordania y la Franja de Gaza. 

En Oslo se consensuó la creación de un autogobierno -la Autoridad Nacional Palestina- transfiriéndole algunos poderes y controles sobre Cisjordania y Gaza, como la educación, cultura, salud, bienestar social y el turismo. 

La traición de Arafat y el proceso de corrupción de la OLP manejando la Autoridad Palestina, facilitaron el avance de los grupos islamitas como Hamas, que ganó las elecciones en la Franja de Gaza.  

Intifadas y nueva derrota del ejército israelí

La primera Intifada fue el levantamiento de 1987 en Franja de Gaza y Cisjordania que empujó a los dirigentes de la OLP a negociar los acuerdos de Oslo. La segunda, que comenzó en 2000 fue un largo proceso que culminó con la derrota del ejército sionista en 2006 en Líbano, por parte de Hesbollah.

Ocho años después el heroísmo del pueblo de la Franja de Gaza desató un nuevo levantamiento en Cisjordania, que conmocionó a millones de personas de todo el mundo que ganaron las calles para repudiar a los sionistas en las principales capitales del mundo. 

La retirada del ejército israelí, que según los propios analistas judíos significa una “derrota” porque no pudieron conseguir sus principales objetivos -acabar con las milicias y amedrentar a los palestinos- se logró gracias a una combinación explosiva entre la resistencia armada de los gazatíes y las poderosas movilizaciones mundiales.

La derrota del ejército sionista, en el marco de la denominada “Primavera Árabe”, empujó a los pueblos oprimidos de Medio Oriente a dar un salto de calidad en su lucha contra los gobiernos opresores, principalmente a los kurdos, que organizados en milicias populares conquistaron el territorio del Norte de Siria, o Rojava, construyendo sus comunas, organizadas y dirigidas por asambleas populares.

jueves, 4 de agosto de 2016

3 de Agosto, 2º aniversario del inicio de la Masacre de Shengal (Sinjar)

Nuestro compañero Juan Giglio en un campo de refugiados de la ciudad de Suruc con líderes de la etnia yazidí.

El 3 de Agosto se conmemora el segundo aniversario del inicio de la Masacre de Shengal (Sinjar), que es también el 74º genocidio que sufre el pueblo yazidí a lo largo de su historia, esta vez a mano de las bandas fascistas de Daesh, el autoproclamado “Estado Islámico de Irak y el Levante”.
En Junio de 2014, Daesh lanzó una ofensiva que en pocas semanas arrasó al endeble ejército iraquí. Oficiales y soldados huían despavoridos ante el avance de los terroristas dejando atrás sus armas y equipos de los que estos se sirvieron. Los bancos de las ciudades de Irak que eran tomadas nutrieron las arcas de la organización criminal, incluso soldados desertaban para incorporarse a sus filas, que ya contaban con la afiliación de numerosos ex efectivos del desarticulado ejército baazista de Saddam Hussein.
Gran parte de las provincias de Anbar, Niniveh, Kirkuk y Salahdin fueron tomadas por Daesh, cuyo líder declaró un califato a finales del mes de Junio a las zonas bajo su control. Una estricta vigilancia fue impuesta sobre las poblaciones. Se desataron matanzas y crímenes contra la humanidad a diario, bajo la excusa de que la Sharia era infligida, o bajo cargos de traición, espionaje, o simplemente porque alguien se negara a convertirse de credo.
La región sur del Kurdistán, Bashur, también conocida como Kurdistán Iraquí, no fue ajena a la avanzada de las hordas de Daesh. Numerosas poblaciones fueron tomadas mientras el Gobierno Regional del Kurdistán, encabezado por Masoud Barzani, ordenaba retirarse al Ejército Peshmerga de varias zonas para proteger su feudo, en torno a Hewlêr (Erbil). Los habitantes de la pequeña ciudad de Shengal, al pie de las montañas homónimas, y los aldeanos de la zona, quedaron en manos de los criminales ante la retirada de los Peshmerga.
La mayoría de los pobladores de la zona son kurdos que profesan el Yazidismo, y son considerados “adoradores del Diablo” por los mercenarios del califato. A su paso, estos asesinaban despiadadamente a todos los hombres sin importar su edad, y secuestraban a las mujeres para someterlas y venderlas como esclavas entre los distintos grupos.
Las mujeres secuestradas iniciaron su largo suplicio en las caravanas terroristas que traficaban petróleo y otros bienes, ante la estupefacta opinión pública mundial. Miles de personas fueron asesinadas. Muchos continúan desaparecidos al día de hoy, y cientos fueron descubiertos enterrados en fosas comunes.
Mientras los líderes mundiales se debatían en generalidades, guerrilleras y guerrilleros del PKK, junto a milicianos y milicianas de YPG e YPJ que cruzaron la frontera, lograron contener el el avance de las bandas criminales subiendo a las montañas de Shengal y establecieron un corredor seguro para rescatar a decenas de miles de personas que se habían refugiado en las cumbres, sin ningún tipo de provisiones de agua y alimentos.
Es al día de hoy, que tras la liberación de Shengal por fuerzas kurdas conjuntas del PKK, YBŞ, YPG/YPJ y el Ejército Peshmerga en Noviembre de 2015, miles de mujeres yazidíes continúan esclavizadas en manos de Daesh, ya sea en ciudades como Mosul, o en lejanos bastiones que la organización todavía controla en Siria. Algunas de ellas fueron rescatadas tras la liberación de poblaciones en Irak, Siria y el Kurdistán, y han brindado testimonio al mundo de su suplicio.
A continuación, podemos ver un video grabado durante la apertura del corredor humanitario en las Montañas Shengal, a fines de 2014.  [https://www.youtube.com/watch?v=RZH4uRMNFSE]
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martes, 26 de julio de 2016

Nuevo aniversario de la Revolución de Rojava

Por Pablo Mestrovic

Rojava: desarrollo y perspectivas de cuatro años de revolución

El 19 de julio de 2012, en el contexto de la guerra civil iniciada en Siria el año anterior, las YPG/YPJ tomaron las ciudades de Kobane, Afrin y Amuda, en el Kurdistán sirio (la región que los kurdos denominan Rojava, en kurdo “el Oeste”) abandonadas por el ejército regular sirio.

El gobierno de la zona fue asumido por el Alto Comité Kurdo (Desteya Bilind a Kurd, DBK). El DBK había surgido a consecuencia de un acuerdo entre el Partido de Unidad Democrática (en kurdo PYD) y el Consejo Nacional Kurdo de Siria (en kurdo ENKS), hegemonizado por partidos kurdos sirios afines al PDK del Kurdistan iraquí.

Posteriormente, el Alto Comité Kurdo quedó paralizado por disensiones entre las dos corrientes. Esto último se debe a que el Confederalismo Democrático que el PYD defiende, como parte del movimiento de liberación nacional kurdo encuadrado en la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK), es totalmente contradictorio con el tipo de nacionalismo conservador y oportunista que defiende el PDK de Barzani, aliado del imperialismo norteamericano y sionista.

Si bien las YPG/YPJ habían sido formadas en 2004 a partir de la matanza de Qamishlo, perpetrada por el régimen de Al Assad, y el PYD el año anterior, la coyuntura de la guerra civil siria hizo posible la instauración de un autogobierno kurdo en Rojava.

Al propio tiempo, el régimen de Al Assad, opuesto por principio a reconocer siquiera la existencia del pueblo kurdo de Siria (al punto de denegar la ciudadanía siria a un porcentaje considerable de los kurdos de Rojava, a los que consideraba “inmigrantes turcos”), encontró en las YPG/YPJ un aliado para enfrentar a las organizaciones islamistas apoyadas por Qatar, Arabia Saudita y el imperialismo norteamericano que habían comenzado a tomar el control de gran parte del territorio de Siria, explotando la rebelión popular de 2011 y la consecuente desintegración del ejército regular sirio.

Funcionamiento de los Cantones de Rojava

El autogobierno kurdo se organizó a partir de 2014 con base en el Confederalismo Democrático, y de ese modo se constituyeron los “cantones” de Afrin, Kobane y Jazira. Cada cantón tiene una Asamblea Legislativa cantonal y concejos municipales.

Las Asambleas Legislativas fueron elegidas en 2014 con representación de las diferentes organizaciones políticas y sociales que participan en el proceso revolucionario, así como de los diferentes grupos étnicos que viven en Rojava.

Los concejos municipales fueron elegidos en 2015 con base en candidaturas individuales, siendo proscriptos solamente los candidatos afines al PDK de Barzani. Por debajo de los concejos municipales funcionan diversas asambleas a nivel local y particularmente las “comunas” que son el nivel básico de organización de los cantones y cumplen funciones económicas, políticas e incluso militares.

La organización de los cantones se basa en el Contrato Social, la “constitución”, que prevé el reconocimiento de la autonomía de los cantones, la propiedad social de los recursos naturales, el derecho a la salud y la educación y deroga la legislación represiva vigente en Siria durante el régimen de Baath. Las YPG/YPJ no son un “ejército” escindido del resto de la población, sino auténticas milicias populares.

Revolución de Rojava y mujeres

Un aspecto en el que el movimiento de liberación nacional kurdo se ha mostrado particularmente progresivo es en la lucha contra la violencia hacia las mujeres. A partir de diciembre de 2013 en los cantones de Rojava se estableció el matrimonio civil, terminando con la jurisdicción del clero islámico y de otras confesiones sobre las cuestiones de derecho familiar y en marzo de 2014 se sancionaron las “leyes de las mujeres” que prohíben el femicidio, la ablación del clítoris, la poligamia y otras prácticas violentas hasta entonces permitidas o toleradas por el estado sirio. 

La conformación de las YPJ en Rojava no implica solamente la participación de las mujeres en el proceso revolucionario sino el cambio de su rol en la sociedad. Asimismo, se ha establecido una cuota del 50% para las mujeres en todos los niveles de la administración.

La aplicación de las “leyes de las mujeres” se lleva a cabo a través de las “casas de las mujeres”, que procesan las denuncias y brindan contención a las mujeres víctimas de violencia.

Posteriormente, los casos son tratados por los “comités de paz y consenso”, integrados exclusivamente por mujeres de la organización Kongreya Star (literalmente “Congreso de la Estrella”, pero al mismo un juego de palabras con el nombre de la antigua diosa mesopotámica Ishtar). En general, las situaciones de violencia son resueltas en esa instancia y en caso de no resolverse allí pasan a los tribunales regulares.

El Contrato Social de Rojava

El Contrato Social de Rojava establece la separación entre la religión y el estado, y la única confesión mencionada expresamente es la yazidi (mazdeísta), que tiene un carácter minoritario. Las leyes no están basadas en las normas de ninguna religión en particular (a diferencia de lo que ocurre en Siria, un estado pretendidamente “laico” cuya constitución establece que la sharia islámica es la principal fuente de la legislación).

El sistema económico de Rojava, condicionado por el bloqueo al que lo somete el estado turco y el gobierno “autónomo” del Kurdistan iraquí dirigido por el PDK, está conformado por la economía comunal, la economía de guerra (orientada a la financiación del esfuerzo bélico) y la “economía abierta” (sector privado).

La política del Baath de mantener al Kurdistan sirio en un estado de subdesarrollo determina que no exista una burguesía significativa, por lo que la mayor parte de la economía está conformada por los dos primeros sectores.

La economía comunal tiene un rol central en la inserción de las mujeres en el trabajo productivo, En la actualidad existen solamente en el cantón de Jazira 385 comunas de mujeres que organizan la producción agrícola e industrial (esta última mucho más limitada).

Estado Islámico contra Rojava

A partir de 2013 particularmente, el autogobierno de Rojava debió enfrentar a los grupos armados islamistas, particularmente el Estado Islámico de Iraq y el Levante (mejor conocido por la sigla árabe Daesh) y Jabhat Al Nusra, filial siria de Al Qaeda.

Hasta finales de 2014 las fuerzas del Daesh avanzaron en el Kurdistan sirio e iraquí, perpetrando toda clase de atrocidades, particularmente en perjuicio de las minorías no musulmanas (cristianos y mazdeístas), las mujeres y eventualmente cualquiera que no compartiera su versión extrema y hasta cierto punto distorsionado del islam.

En enero de 2015, las YPG/YPJ consiguieron levantar el sitio del Daesh sobre la ciudad de Kobane y durante el año siguiente las fuerzas del Daesh perdieron el control de amplias zonas de Rojava. A mediados de 2015 las YPG/YPJ tomaron una amplia zona de la provincia de al Hasakah y las localidades de Tel Abyad y Ayn Isa.

Las YPG/YPJ impulsaron la organización militar de otros grupos étnicos victimas de la persecución del Daesh, particularmente los yazidi (kurdos de confesión mazdeista) de la región de Sinjar (Shengal en kurdo), en el Kurdistan iraquí, que habían sido abandonados a su suerte por el gobierno regional dirigido por el PDK.

Los yazidi conformaron las YBS (Yekiyene Berxwedana Shengale, Unidades de Resistencia de Shengal) y en noviembre de 2015 recuperaron la ciudad de Sinjar de manos del Daesh. Este episodio es particularmente relevante porque las mujeres yazidi, sometidas a violaciones sistemáticas y esclavizadas por el Daesh en función de su condición de “infieles”, habían sido presentadas por los medios de comunicación occidentales como la imagen típica de la indefensión y la pasividad de las mujeres de Medio Oriente.

A fines de 2015 el Daesh no había sido aniquilado totalmente en Siria exclusivamente gracias al apoyo del estado turco, desde cuyo territorio tanto esta banda islamista como otras afines intentan periódicamente retomar las zonas de Rojava perdidas.

La ofensiva de mayo-julio de 2015 logró unificar los cantones de Kobane y Jazira. En octubre de 2015 las YPG/YPJ se fusionaron con distintas organizaciones que habían participado en el levantamiento popular sirio de 2011 y conformaron las Fuerzas Democraticas de Siria.

Las FDS tomaron la localidad de al Hawl en noviembre de 2015 y la presa de Tishrin, en la orilla derecha del Eufrates, en diciembre de ese año. El 10 de diciembre se conformó en la ciudad de Derik la Asamblea Democrática de Siria como autentico organismo de doble poder que incluye al PYD y distintas organizaciones políticas y sociales representativas de los diversos grupos étnicos de Siria participantes en su mayor parte en el levantamiento popular de 2011.

Desde entonces el debilitamiento del Daesh continua y el proceso revolucionario de Rojava se consolida, con la posibilidad de la destrucción total del Daesh y la unificación geográfica de los cantones.

Quedan como incógnitas la forma en que incidirá en el desarrollo del proceso la inevitable confrontación con el régimen del Baath en cuanto el Daesh y otras bandas islamistas dejen de constituir una fuerza militar significativa.

Rojava, Bashar y el imperialismo

La alianza táctica entre la recientemente constituida Administracion Federal del Norte de Siria, sucesora de los cantones de Rojava y el régimen sirio puede romperse en cuanto deje de ser necesaria para este último.

El otro factor es la injerencia de los bloques imperialistas en la zona. Rusia ha intervenido en forma directa para sostener al régimen de Al Assad por lo menos desde 2015, junto con Irán y otros estados o grupos armados aliados.

Las potencias de la OTAN han procurado evitar una confrontación con el Daesh y las otras bandas islamistas, a las que procuraban utilizar para deponer al régimen de Al Assad, hasta que el accionar de estos grupos, cosa bastante frecuente en estos casos, sobrepasó los límites “aceptables”.

Sin embargo, la intervención de las fuerzas de la OTAN en Siria e Iraq en contra del Daesh, que al igual que en el caso de Rusia ha desembocado, aunque más recientemente en una alianza táctica con las Fuerzas Democráticas de Siria, implica un riesgo de cooptación del movimiento de liberación nacional kurdo en Siria de forma similar a lo que ocurrió con el PDK en Iraq a partir de 1991.

Al propio tiempo, el mantenimiento de un sector de capital privado, por débil que sea, supone a largo plazo el riesgo de retroceso de un proceso revolucionario que ha supuesto hasta ahora un ejemplo para las fuerzas de izquierda anticapitalistas en todo el mundo, particularmente en lo que hace a la emancipación de las mujeres y la auto organización de las masas populares, aspectos en los que incluso ha sido capaz de superar la experiencia del “Socialismo Real”.

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domingo, 8 de mayo de 2016

Kurdistán y el Confederalismo Democrático


Por Alex Larragoiti*

“Un dicho popular recuerda que el pueblo kurdo solo tiene dos amigos: las montañas y el Kalashnikov”.

Al igual que sucede en otros conflictos, las noticias sobre la heroica resistencia de las y los milicianos kurdos cada día pierden presencia en las noticias y lo poco que aparece no explica qué es lo que sucede en ésta, la mayor nación sin Estado del mundo. En estas líneas intentaré dar unas pinceladas que ayuden a los lectores a conocer la lucha de este pueblo.

Los kurdos fueron divididos en cuatro estados: Iraq, Irán, Siria y Turquía. Cuando a finales de la Primera Guerra Mundial las potencias vencedoras, y en especial Francia e Inglaterra se repartieron el Imperio Otomano, primero prometieron la creación de un Estado kurdo con el Tratado de Sèvres, y tras la no ratificación de éste, vendieron los anhelos de libertad kurdos en el Tratado de Lausana.

Su supervivencia como pueblo depende solamente de ellos

Pero, ¿quiénes son los kurdos?, ¿por qué la lucha por su reconocimiento? Para los turcos, los kurdos no existen, sólo son unos turcos montañeses. Para Bashar Al Assad y el nacionalismo árabe del Baath, los kurdos simplemente no existían. Para los ayatolás iraníes, los kurdos son persas venidos a menos y para Sadam Hussein y su Baath, los kurdos debían ser eliminados y sustituidos por árabes.

Pero los kurdos no son persas, no son turcos ni tampoco árabe. Viven entre el Tigris y el Eúfrates desde hace más de 3000 años y tienen su propia lengua y cultura. Son además perfectamente conscientes de que su supervivencia como pueblo, en un entorno tan frágil y al capricho de las grandes potencias capitalistas, depende solamente de ellos.

A pesar de estar en el corazón de Oriente Medio, entre los kurdos también son dos las principales expresiones políticas que les representan: las fuerzas progresistas, bajo diferentes partidos hermanados que luchan en Turquía (PKK y su brazo armado HPG), en Siria (PYD y su brazo armado YPG) e Irán (PJAK); sin olvidar a GORAN, quienes en Kurdistán Sur (Iraq) luchan contra la corrupción endémica de los partidos gobernantes. Y entre las fuerzas derechistas destaca el PDK del Kurdistán Sur (Iraq), partido liderado por el clan Barzani, fuerza histórica y quien junto a la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), perteneciente a la Internacional Socialista ha llevado al Kurdish Regional Government a sus mayores cotas de autogobierno. Ambos bloques representan modelos políticos antagónicos.

Durante los años ‘70, en el albor de las luchas de liberación social y nacional, también el pueblo kurdo inició su camino hacia la liberación, y finalmente, en 1978 fue fundado el PKK, fuerza llamada a dotar de identidad nacional y valores de progreso social a un pueblo entonces anclado en una sociedad clánica, misógina y subdesarrollada en extremo. Tras años de lucha política, organización e intentos estériles de diálogo con el Estado turco, en 1984 se inició la fase de lucha armada que llega hasta nuestros días.

Hasta avanzados los años ’90, el PKK y sus fuerzas hermanas se identificaban como marxista-leninistas e independentistas, pero en la medida de que el contexto regional e internacional mutaba, también estas fuerzas hegemónicas en el Kurdistán norte, este y oeste avanzaron hacia el Confederalismo Democrático, ideología ecosocialista impulsada por Abdullah Öcalan. No es posible entender el contexto actual sin entender del modelo social por el que luchan los progresistas kurdos, modelo basado en el desarrollo práctico del feminismo, la convivencia de diferentes comunidades étnicas y religiosas, el laicismo, la autoorganización libertaria, y el antifascismo y aintiimperialismo. Este movimiento aboga por la libre organización y adhesión de las comunidades a un proyecto de emancipación social que a su vez garantice la supervivencia y desarrollo del pueblo kurdo.

Cuando a comienzos de 2011 se inicia el alzamiento contra el gobierno sirio, los kurdos deciden emprender la vía de la puesta en práctica del Confederalismo Democrático. Lo hacen en Afrin, Kobane y Jazira-Qamislo, los tres cantones que componen Rojava. No se unieron ni a Al Assad ni a las fuerzas de oposición apoyadas por Turquía, Estados Unidos y las satrapías del Golfo.

Durante los primeros dos años se fijaron los frentes de batalla en sus fronteras y comenzaron los ataques, tanto de fuerzas afines a los hermanos musulmanes (apoyados principalmente por Turquía y Qatar) como de los salafistas, primero de Al Qaeda y del Estado Islámico después.

Si bien los kurdos llevan soportando las agresiones desde hace dos años, éstas no pasaron a las primeras planas de la prensa hasta que surgió el Estado Islámico y éste osó atacar también a los kurdos del KRG, aliados preferenciales de Estados Unidos, Israel y Turquía en la zona.

Todo parece indicar que la herramienta que estas fuerzas imperialistas intentaron crear para poner fin al caos organizativo de las fuerzas anti Al Assad, una vez más se les volvió en contra. Éstos se unieron al sunnismo radical que ya tenía una importante presencia en Iraq, y la bestia tomó vida propia bajo el nombre de ISIS. Bestia que, una vez se ha asentado en el territorio del triángulo sunní de Siria-Iraq, centra sus fuerzas en el intento de sometimiento del pueblo kurdo. En Oriente Medio funciona la máxima de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” y de ahí se puede deducir a quienes interesa el fortalecimiento de estas bestias.

En verano se dio otro acontecimiento que supuso un antes y un después en la lucha del pueblo kurdo. El ISIS pasó a atacar también al KRG (principalmente a Kirkuk) y a los kurdos yezidíes de las montañas de Shingal, y desde un principio fueron las HPG y las YPG quienes respondieron con éxito a los ataques. Ello despertó una ola de simpatía hacia ellos entre las gentes del KRG, hartas de tanta corrupción y sorprendidas por la baja capacidad de lucha de sus peshmergas. Aún así, preso de su propia dependencia de Turquía pero a su vez conocedor de la presión a la que su propio pueblo le somete, hasta hace mes y medio el KRG no reconoció a Rojava, y se vio obligado a enviar refuerzos a Kobane.

La lucha por la liberación del pueblo kurdo se encuentra en una encrucijada. Öcalan emplaza una y otra vez al diálogo entre el gobierno turco y los kurdos, pero el gobierno de Erdogan no quiere ir más allá de una escenificación de negociación que otorgue limitadísimos derechos culturales a los kurdos, pero que de ninguna manera aborde un proceso constituyente democrático en el Estado turco.

En ese contexto, Turquía es el principal valedor del Estado Islámico. No duda en utilizar, armar y ceder sus propias fronteras a los yihadistas internacionales con tal de destruir la que los kurdos han marcado como la linea roja: Kobane y Rojava. Si Kobane cae y Turquía insiste en la agresión, los kurdos tienen sobrada determinación para seguir con la lucha armada, y tienen claro que la paz es el camino, pero no hay paz sin democracia. Ya han mostrado al mundo su vía: el Confederalismo Democrático, y la defensa de los valores universales del socialismo.

*Miembro de Newroz Euskal Kurdu Elkartea. Artículo publicado en Ezkerraberri Adizkaria.

domingo, 3 de abril de 2016

Los orígenes del pueblo kurdo


Por Alejandro Haddad*

El origen del pueblo kurdo es incierto. Hay varias posturas en relación a ese tema. Unas dicen que el pueblo kurdo vive en la región conocida como Kurdistán, desde seis siglos antes de Cristo.

Otras dicen que su origen en la región es de más de 3.000 años, y otras, más de 10 mil. Otras dicen otras cosas, y otras, como la difundida por el nacionalismo turco, dicen que no existe tal origen, sencillamente, porque el pueblo kurdo no existe.

El Kurdistán está ubicado en la parte septentrional de Medio Oriente, entre los ríos Tirgis y Eufrates. Ocupan las alturas de las montañas de Anatolia y los montes Zagros; de ahí se los conoce como “el pueblo de las montañas”.

El pueblo que habita el Kurdistán es descendiente de los Medos, quienes derrotaron a los asirios en el año 612 antes de Cristo (A.C). Según esta versión que muchos kurdos dicen –y es objetiva-, la nación kurda lleva treinta siglos viviendo en esa zona.

Al vencer a los asirios, los kurdos intentan un imperio que será derrotado por los persas en el 550 A.C. Si bien ha logrado vivir en cierta calma durante la edad media, bajo el resguardo de los feudos, desde aquel 550 A.C. el Kurdistán viene viviendo un periplo de sucesivas dominaciones sin establecerse como nación libre e independiente.

Por los años del siglo 16, el creciente imperio Otomano y su rivalidad con el imperio Savafavid (persa), convirtieron al Kurdistán en una zona beligerante; en un territorio en disputa por su importancia estratégica, ya que, en ese entonces, se encontraba en medio de esos dos monstruos militaristas y era el paso hacia Medio Oriente o hacia Europa.

Los y las kurdas eran ciertamente autónomas, dado que, bajo el imperio Otomano, las autoridades de los feudos kurdos eran respetadas. Tan es así que el imperio Otomano “negocia” con los kurdos el paso por su territorio para llegarse hasta las puertas del imperio persa.

Sin embargo, la primavera autónoma iba a sufrir socavamiento por parte de los otomanos. Las permanentes, y cada vez más profundas, interferencias en sus asuntos internos, terminaron por querer romper esa autonomía. Así es como surgen los primeros levantamientos kurdos contra el imperio Otomano.

A comienzos del siglo 20 surgió una ideología nacionalista que iba a trasformar el imperio Otomano en república e iba a prevalecer hasta el día de hoy. Ese pensamiento-práctico fue gestado por Mustafá Kemal (Atatürk). Nace la ideología “kemalista”.

Atatürk es considerado el padre de Turquía, ya que, junto a los Jóvenes Turcos, derrocaron al Rey Otomano en 1908, y tomaron el poder prometiendo dar igualdad al pueblo, abriendo un camino de reformas hacia la democracia. Así nació la actual república de Turquía.

Los Jóvenes Turcos pretendían expandir su ideología estableciendo su poderío sobre toda Asia Central. Por supuesto, como toda ideología expansionista, la unionista era racista y chauvinista.

En 1914, y bajo los efectos narcotizantes de realizar el sueño de una ideología turca para todos, los unionistas se proponen exterminar a toda aquella persona que no fuese de la nación turca. La cruzada lleva a la persecución, entre otros pueblos, del griego, el armenio y el kurdo. Durante la Primera Guerra Mundial, un millón y medio de armenios y armenias fueron exterminadas por la práctica de esa ideología.

Sin embargo, ante tamaña planificación de exterminio que surgió a través de los años, el rumor de que el propio Atatürk habría escrito, en los años de la década de 1920, que había que darle autonomía al pueblo kurdo es cierto. El rumor sigue explicando que esos papeles fueron destruidos.

En la Primera Guerra Mundial, el imperio Otomano es derrotado por las fuerzas británicas y francesas. Luego de esa guerra, y lejos de pretender la autonomía de los pueblos, los ingleses y franceses se dividen el botín. Francia se quedó con Líbano y Siria, mientras que Inglaterra se quedó con Irak y Jordania. En tanto, Persia se transformó en Irán.

En 1918 se firma el tratado de Sèvres, siguiendo el Programa de los Catorce Puntos del presidente estadounidense Woodrow Wilson. Según ese tratado, Kurdistán comenzaría a vivir la autonomía tan esperada. Con los tratados de Laussane y de Ankara, en 1923, Kurdistán pasaría a cobrar la forma fraccionada que tiene ahora, estando el territorio repartido entre Siria, Irán, Irak y Turquía.

En enero de 1946, el líder kurdo Qazi Muhammad, de la región kurda de Irán, declara la República de Mahabad o República del Kurdistán. El contexto político fue similar al de muchas luchas de los kurdos. La región estaba dividida entre el Ejército Rojo de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el Ejército del Sha de Irán.

Con apoyo de los soviéticos, los kurdos izan su bandera en la ciudad de Mahabad, la cual sería capital de la república kurda. Sin embargo, el proceso fundado en 15 mil kilómetros cuadrados llega hasta el mes 11 de vida, puesto que Irán acuerda con la URSS.

No todo el Kurdistán es igual a todo el Kurdistán. Hay cuatro dialectos que se hablan en el territorio: el Sorani, el Zasakí, Goraní, y el Kurmanji. Y si bien la religión predominante es el Islam sunita, hay alevíes, chiítas, zoroastrianos, yezidís y cristianos.

El PKK surge en 1978 de un grupo de jóvenes universitarios del Kurdistán anexado por Turquía. En su origen, el PKK es de ideología marxista-leninista. Basado en esas ideas, se propone librar al Kurdistán del colonialismo y establecer un Estado independiente.

Para ello, el 15 de agosto de 1984, un grupo armado encabezado por Abdullah Öcalan realiza su primera acción atacando dos cuarteles turcos. Desde entonces, la guerrilla del PKK sigue afincada en las montañas que cosquillean las fronteras de Irak, Irán y Turquía.

El pueblo kurdo suma un total de casi 40 millones de personas. Debido a lo complejo de su situación, los datos sobre la distribución poblacional varían, pero estaría repartido, más o menos, así: Irán: 8 millones (17% de la población); Irak: 4 millones (25% de la población); Siria: 2 millones; Armenia, Georgia, Azerbaiyán y Kasajtán: 600 mil; Turquía: 20 millones (25% de la población); Alemania y resto de Europa occidental: 2 millones; Resto del mundo: 4 millones.

Kurdistán posee en su seno casi toda el agua potable de Turquía además de las tierras más fértiles. Su territorio carga con los largos brazos de los río Eufrates y Tigris, dos masas de agua estratégicas para Turquía.

Entre tanto, Turquía le debe al Kurdistán el total del petróleo. Pero no solo Turquía vive de los kurdos. También Siria extrae casi el 100% de su petróleo de tierras kurdas, mientras que en Irak el crudo extraído de la zona kurda significa el 74% y en Irán el 50%.

A pesar de que el pueblo kurdo vale todo su peso en petróleo, no puede obtener su autonomía porque la intensión no es comprarle sino robarle. A ningún Estado-nación del mundo parece conmoverle la situación de extraños en su tierra del pueblo kurdo. A ningún país parece importarle que casi 40 millones de personas mendiguen su identidad.

Ningún gobierno democrático del mundo parece querer tener intenciones democráticas en el Kurdistán prohibido. Ningún presidente ni presidenta del planeta parece querer ganar el premio Nobel de la Paz abogando por una salida pacífica en Kurdistán.

*Fragmento del artículo “La autonomía que nunca tuve”,  publicado en el libro “Kurdistán. Crónicas insurgentes” (2014).

domingo, 27 de marzo de 2016

Estos últimos 18 meses

Guerrilleros de YPG en el frente del Éufrates, imagen captada por JCB en su viaje a Kurdistán.
Por Martín Romero

Los últimos 18 meses han significado un cambio en una tendencia que se mostraba como irreversible desde los medios internacionales de comunicación desde aquel entonces.
La organización terrorista conocida como ISIS (o Daesh, acrónimo árabe), presentada como invencible, era derrotada por las milicias kurdas YPG/YPJ en la ciudad de Kobane, capital del mismo cantón.
Una horda de 5000 terroristas entrenados y altamente equipados que rodearon la ciudad era resistida por poco más de 300 hombres y mujeres armados con fusiles, pero también con una determinación indestructible.
La batalla terminó después de 4 meses, con la absoluta derrota y posterior retirada de las bandas del ISIS, quienes perdieron miles de combatientes y dejaron al descubierto que no son invencibles. 
¿Qué es ISIS? 
En inglés, es la sigla del Estado Islámico de Irak y Siria. Nació como "al-Qaeda en Irak" allá por el 2006. Al estallar la guerra civil en Siria, la organización terrorista internacional prohibió a su rama iraquí intervenir en suelo sirio, y en ese entonces se produjo la escisión, tras el no acatamiento de la orden.
Busca implantar un califato que abarque las regiones pobladas por musulmanes, en donde rija la Ley Islámica bajo los principios del wahabismo, doctrina religiosa impulsada desde la monarquía saudí.
 Su líder, el ahora autoproclamado "Califa de todos los musulmanes", tuvo fluidos contactos, documentados incluso en fotos, con funcionarios de los EEUU durante el conflicto interno iraquí.
Hay numerosos indicios de que países como Arabia Saudita y Qatar, financiaron directamente a la organización hace unos años, y que han tenido asesoramiento estadounidense e israelí, hasta que obtuvo relativa independencia política y militar.
Dicha colaboración se dio porque ISIS asimiló a numerosas milicias sunnitas y a viejos elementos del ejército de Saddam, y de esa forma desestabilizó Irak, donde el gobierno  del chií Primer Ministro Nuri al-Maliki se mostraba cada vez más cercano a Irán, privilegiando los intereses sectarios y modificando los factores de influencias en la región.
En Siria, intervino atacando a todos los numerosos bandos de la contienda, incluso a otros grupos yihadistas como el Frente al-Nusra, afiliado a al-Qaeda, con quien compite a sangre y fuego por la hegemonía integrista.
Las superproducciones mediáticas de ejecuciones múltiples, asesinatos, decapitaciones, voladuras de sitios arqueológicos, sumadas a los testimonios de la población sobre violaciones, violencia de género y asesinatos de menores, hicieron que la comunidad mundial repudie a la organización, aunque también sirvieron de propaganda para atraer a una gran cantidad de militantes de Europa, China, Asia Central, África y hasta de América.
Hoy en día, otros grupos terroristas como Boko Haram de Nigeria y bandas yihadistas de Libia han jurado lealtad a ISIS.
¿Quiénes son los kurdos?
 Son el mayor pueblo del mundo sin estado. Se estima que hay más de 40 millones repartidos entre Turquía, Irán, Irak y Siria, más la diáspora europea y algunas comunidades menores en otros países asiáticos.
Son oprimidos por los gobiernos de todos los países nombrados, que niegan su identidad nacional en todo sentido.
Se les prohíbe su cultura; hablar y enseñar su idioma, sus festividades, y a lo largo de la historia por varios imperios, y ya en los siglos XX y XXI, han sufrido persecución y masacres por parte de los 4 países nombrados anteriormente.
En Bakur (Kurdistán turco), el conflicto entre las guerrillas kurdas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el Estado, ha dejado más de 40 mil muertos, y 2 millones de kurdos desplazados.
Turquía ha cometido masacres contra la población civil, sus aldeas han sido arrasadas y sus cementerios, profanados.
En Rojhelat (Kurdistán iraní), el régimen femicida de los Ayatolá manda a la horca activistas kurdos a diario. El PJAK (Partido para una vida libre en el Kurdistán) opera como guerrilla contra los Guardianes Revolucionarios.
En Rojava (Kurdistán Sirio), luego de persecuciones y masacres por parte de la dinastía al-Assad, la guerra civil generó un vacío de poder que fue aprovechado por el PYD (Partido de la Unión Democrática) para fundar los tres cantones de Rojava, donde se apunta a la autonomía y a desarrollar el Confederalismo Democrático, teoría socialista-libertaria desarrollada desde la cárcel por Abdullah Öcalan, líder histórico del PKK.
En Bashur (Kurdistán iraquí), la situación es diferente. El poder político es ejercido por los clanes familiares de Barzani y Talabani, antes enfrentados, pero hoy aliados tácticamente, en una entidad denominada como Gobierno Regional del Kurdistán (nombrado KRG, por su sigla en inglés).
El presidente Masoud Barzani logró establecer la autonomía regional tras la Guerra del Golfo, donde tejió convenientes relaciones con las potencias occidentales, que le ayudaron a construir al potente ejército Peshmerga.
Jalal Talabani llegó incluso a ser presidente de Irak entre 2005 y 2014, aunque su cargo era más bien simbólico.
El KRG iraquí siempre trató de evitar en su zona de influencia la presencia de organizaciones de gran prestigio entre la población, como el PKK, que desde fines de los 90 estableció sus bases y refugios en las montañas de Qandil, cuando sus guerrilleros se replegaban del ejército turco.
El año pasado, ante la presión popular e internacional, Barzani debió acudir en ayuda de sus hermanos en Siria, con el envío de un contingente Peshmerga con armamento pesado a Kobane .
La efímera República de Mahabad, que duró entre 1946 y 1947, supuso una breve independencia kurda, en territorio persa (actual Irán) que fue rápidamente sofocada tras la quita de apoyo inicial que los rebeldes kurdos habían conseguido entonces de parte de la URSS.
¿Qué es el PKK?
Es, en kurdo, la sigla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán. El grupo que lo conformó, entre los que se encontraba Abdullah Öcalan, líder histórico del partido, estaba integrado por estudiantes y comenzó sus actividades a principios de los 70, abrazando la histórica causa kurda y resistiendo al nacionalismo imperante en Turquía.
El Partido fue fundado oficialmente tras una asamblea en 1978 bajo los principios del  Marxismo-Leninismo al que adherían numerosas organizaciones armadas de todo el mundo en la década del 70.
Desarrollaron actividades en resistencia al fascismo turco hasta 1984, cuando ya con un buen número de militantes, dieron inicio a la lucha armada contra Turquía en pos de un Kurdistán independiente y socialista.
La década del 90 da lugar a los más encarnizados combates y a violaciones a los derechos humanos, masacres colectivas y desplazamientos forzosos de la población por parte del estado turco.
El último año de la década estuvo marcado por un hecho muy significativo: la captura de Öcalan en 1999 por parte de los servicios de inteligencia turcos (con la colaboración de la CIA y el Mossad) en Kenia, tras un periplo iniciado al ser expulsado de Siria por el régimen de Hafez al-Assad el año anterior.
Öcalan permanece detenido en la isla-prisión de Imrali, donde es el único recluso, custodiado por mil efectivos, y sometido al más duro aislamiento durante los primeros años.
Había sido condenado a muerte bajo los cargos de “separatismo” y “terrorismo”, pero su pena fue conmutada debido a una fuerte campaña internacional, y las gestiones de Turquía para entrar a la Unión Europea, que requiere la abolición de la pena de muerte para ser miembro oficial.
El partido ya se encontraba trabajando en una crítica a su doctrina oficial, y tras la detención de su líder, que comenzó a desarrollar el Confederalismo Democrático, asumió a este como ideología oficial, replanteando su estrategia.
A mediados de la década del 2000, y por iniciativa de Öcalan, se crea la KCK (Unión de Comunidades del Kurdistán), organización que aspiraba a difundir el Confederalismo Democrático entre los partidos kurdos de los cuatro puntos y a actuar como referencia internacional de estos.
Agrupa al PKK, al PYD, al PJAK y al PÇDK, que operan en el Kurdistán turco, sirio, iraní e iraquí, respectivamente.
El rol de la mujer en el partido es fundamental e igualitario en todos los estamentos, habiendo estructuras internas exclusivas para la mujer y sus problemáticas. El brazo armado del partido son las HPG (Fuerzas de Defensa del Pueblo), que cuenta con una estructura femenina llamada YJA-Star (Unidades para la libertad de la Mujer).
Durante las negociaciones de paz iniciadas en secreto en 2012 entre el gobierno turco del islamista AKP, liderado por Recep Tayyip Erdogan y el PKK los choques armados fueron esporádicos. Con el recrudecimiento de la violencia desatada entre 2014 y 2015 tras el fracaso de las negociaciones de paz han cobrado protagonismo los batallones juveniles YDG-H.
En 2004 se escindió del partido el TAK (Halcones de la Libertad del Kurdistán), una célula armada que opera hacia adentro de Turquía.
A lo largo de 2015 y en lo que va de este año se han declarado autogobiernos en varios municipios de Bakur, en los que se desconoce a la administración estatal turca, desencadenando una ola represiva por parte del gobierno de Erdogan y Davutoglu, con toques de queda, estados de sitio e invasiones militares que arrasan las ciudades kurdas y atacan no solo a la guerrilla sino también a la población civil.
Como respuesta han surgido grupos de autodefensa armados, llamados YPS (Unidades de Defensa Civil). El PKK junto a sus estructuras es considerado “organización terrorista” por los EEUU, Turquía, la Unión Europea y otros estados aliados.
¿Qué son las YPG/YPJ?
Son las Unidades de Defensa del Pueblo y de la Mujer, respectivamente, por sus siglas en kurdo. Surgieron en Rojava como milicia del PYD al estallar la Guerra Civil Siria.
Fueron creadas para defender a la población kurda de las agresiones de militares del régimen, de bandas armadas de la oposición y de bandas yihadistas, aunque en la actualidad se unieron numerosos combatientes árabes, turcomanos, asirios y occidentales que se sumaron por diversas razones.
Están compuestas por miles de mujeres y hombres, y operan como guerrilla o como ejército de acuerdo a las necesidades tácticas del momento.
En Rojava, la igualdad de género es ley, por eso los cargos políticos y militares son compartidos por hombres y mujeres, refrendados constantemente en asamblea, en una forma semejante al zapatismo mexicano.
Este proceso es único en la región, por eso no solo los kurdos, sino también pobladores de otras etnias se unen en su defensa, como garantía de libertad.
Las YPG tuvieron su más dura batalla en Kobanê, en octubre de 2014, donde resistieron aislados del mundo los embates del ISIS, para después derrotarlo en febrero de 2015, provocándole más de 4000 bajas, numerosos equipos destruidos, y una gran cantidad de armamento, incluido tanques y vehículos blindados, fue requisado y puesto en servicio para las YPG.
Los últimos meses trajeron un significativo avance militar para las fuerzas de Rojava: las más importantes victorias contra los supuestamente invencibles yihadistas del ISIS fueron por sus acciones, logrando unir dos de los tres cantones de Rojava.
Esto, que sucedió tras la liberación de Gire Spî (Tal Abyad), significó la ruptura -en parte- de la línea de suministros que los terroristas mantienen desde Turquía, que es hoy, aunque lo niegue el presidente Erdogan y la OTAN se desentienda, el principal aliado y sostén de la organización.
La masacre cometida por ISIS en Kobane en Junio de 2015, donde fueron  asesinados cientos de civiles, fue posible gracias a una incursión de los terroristas desde el paso fronterizo con Turquía, acción que hubiera sido imposible de realizar si no se hubiera contado con la colaboración y respectivo permiso de las fuerzas militares y de seguridad turcas.
Hay varias fotos circulando que muestran cordiales reuniones entre miembros de las bandas de ISIS y soldados turcos, y de hospitales de Akçakale que atendían terroristas heridos durante la batalla de Tel Abyad.
Las YPG/YPJ son la única fuerza que enfrenta exitosamente a las bandas de ISIS en el territorio. No cuentan con apoyo armamentístico mas allá de lo requisado a las fuerzas assadistas, a los terroristas de diversas organizaciones.
Pero, a pesar de que los ataques aéreos de la coalición internacional se han coordinado con las acciones kurdas y brigadas aliadas de la oposición siria en los últimos meses, todos los países que dicen combatir al terrorismo rehúyen a enviar armamento a las YPG, pues saben que persiguen intereses políticos populares, alejados de las agendas de las potencias.
Sin embargo, en el pasado han entrenado y armado a numerosas facciones opuestas al régimen sirio o a los Peshmerga, desnudando la eterna ambigüedad de países como EEUU, Alemania, Francia e Inglaterra ente situaciones semejantes a la hora de “enfrentar al terrorismo”.
En octubre de 2015 se anunció oficialmente la formación de las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF), alianza entre las YPG/YPJ, brigadas del opositor Ejército Libre de Siria, Las Sutoro asirias y otros grupos menores, formalizando algo que ya venía ocurriendo de hecho sobre el terreno.
En Diciembre de 2015 se establece el Consejo Democrático de Siria, trasladando al plano político la alianza militar, ampliando la cooperación hacia otros planos entre las comunidades de Rojava, que darían lugar al más trascendental de los hechos recientes: La Declaración del Sistema Federal Democrático para Rojava y el Norte de Siria.
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